¿Y DONDE ESTA DIOS?

Será que nos hemos vueltos tan extremadamente religiosos que dejamos a Dios relegado como una mera fuente de consulta; hace unos días oficiaba un servicio fúnebre en una pequeña capilla, cuando de repente se me acerca una jovencita de no más de 13 años y me dice las siguientes palabras: “Disculpe pero mi mamá le manda a decir que ella no participará de los oficios religiosos debido a que somos de una religión diferente a la que usted profesa, así que vamos a salirnos del funeral de mi papá”.

¡Y lo hicieron!, lo que me llamó la atención es que fueron los únicos que se salieron, pensé que más de la mitad de los asistentes o todo el salón se iban a retirar, y lo peor es que quienes lo hicieron son nada más y nada menos que la esposa del difunto y sus hijos, dos chicos adolescentes que apenas están en su etapa de crecimiento y tienen el infortunio de perder a temprana edad a su papá, un hombre que en vida me mando a llamar para que le hiciera la confesión de fe y recibió a Cristo como su Señor y Salvador.

Yo me hago la siguiente pregunta, ¿será posible que en la búsqueda de Dios lo que hemos hecho es apartarnos cada vez más de EL?, estoy muy de acuerdo cuando las personas se me acercan y me dicen “Dios es uno solo y es el mismo para todos” tienen toda la razón, pero no todos lo ven de la misma manera y ahí empiezan los conflictos en donde se ve más el pecado que la gracia de Dios, se mira más si llevas falda larga o corta, si estas maquillada o no, si celebras tu cumpleaños es pecado, si no diezmas la ira de Dios caerá sobre ti, si llevas una Biblia en la mano eres un fanático religioso, si bailaste en una fiesta con tu pareja no agrada a Dios porque el baile es del Diablo, si te vistes de negro eres un habitante de las tinieblas, si usas perfume eres una vanidoso y en la vanidad hay pecado, si compraste la casa y el carro de tus sueños no eres humilde y te has vuelto ostentoso, si te afeitas tus partes íntimas es atentar contra el templo del Espíritu de Dios, si te enfermas estas en pecado, si perdiste el empleo también, si te saluda cariñosamente una persona algo tienes con ella y más si eres casada o casado y en fin todo un mundo de preceptos creados por una sociedad cada vez más decadente que ha perdido el respeto por Dios y por ellos mismos, entonces trata de crear una serie de estándares de vida que nada tienen que ver con la Santidad a Jehová, nada tiene que ver con si eres católico, protestante, aleluya, evangélico, mormón sacerdote o servidor.

Todo esto ha llevado que entre los mismos hermanos y conciudadanos  ya no nos hablemos y compartamos, pues hemos puesto unas barreras imaginarias, ya desechamos a nuestro hermano cuando se retira de una iglesia para ir a otra, lo aborrecemos, cuando debería ser todo lo contrario, deberíamos darle la bendición y decirle que lo tendremos en nuestro corazón siempre y que esta sigue siendo su casa, así como cuando un padre o una madre despide a su hijo que parte al exterior adelantar sus estudios, así como cuando le dices a tu ser amado vuelve pronto que te extrañaremos, deberíamos dejar de juzgar a los demás para empezar amarnos a nosotros mismos y así poder decir que amamos a los que nos rodean, deberíamos pensar un poco más en donde hemos dejado a Dios y por qué lo hemos sacado de nuestras vidas, de nuestras iglesias, de nuestros colegios de nuestra sociedad, del Senado de la República, creo que con nuestros actos le estamos diciendo vete de este planeta y déjanos solos que nosotros solos nos defendemos

Recordemos unas palabras de Jesucristo estando en la cruz que dijo: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen” y a la fecha parece que no hemos aprendido.  Dios no te va a preguntar cuando llegues a su presencia, si fuiste o no a la iglesia, si eras de una religión determinada, si fuiste bueno o malo, si te flagelaste en la procesión, si cargaste imágenes, si diste el diezmo, o si echaste fuera demonios en su nombre, o como te vestías, realmente no me pinto a Dios en esas, pero cuando escudriñamos su Palabras encontramos indicios de lo que puede llegar a interesarle más a Dios de cada uno de nosotros, por lo que EL ha hecho en toda su creación, por lo preceptos y leyes espirituales que decretó para que andemos en ellas, por su amor, su justicia y su perdón, por su provisión y misericordia cada mañana y por darnos lo más preciado; un nuevo aliento de vida en la obra redentora de Jesucristo.

Si de algo puedo estar seguro es que cuando Dios me llame a su presencia me va a preguntar lo siguiente: ¿HIJO, FUISTE INMENSAMENE FELIZ CON LA VIDA QUE TE DI?, y mi respuesta va a ser muy sencilla porque así como ES DIOS somos nosotros… AMEN PADRE Y GRACIAS POR ESTAR AHÍ DISFRUTANDOLA CONMIGO

Feliz semana para todos y aprovecha cada día para ser inmensamente rico en toda felicidad que puedas dar y recibir

Bendiciones,

IGLESIA PREBITERIANA LOGO1

Pbro. CESAR NARVAEZ MUÑOZ

Ministerio Pastoral

Comunidad Cristiana Los Pámpanos

Iglesia Presbiteriana Reformada de Colombia

Acerca de Los Pampanos

Comunidad Cristiana Iglesia Presbiteriana Reformada de Colombia
Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario